Justo hoy estaba escribiendo un texto relacionado a la eliminación de la violencia contra la mujer. Me dispuse a buscar todo tipo de datos duros que pudieran impactar mi nota, aunque al final la que recibió el impacto fui yo. Me encontraba redactando en la oficina y las lágrimas ya se asomaban; de pronto sentí como si algo apretara muy fuerte mi corazón al ver las estadísticas y mirar las fotografías. No sé...me dio impotencia y una inmensa tristeza al pensar en la gran soledad de estas chicas.
Pero ¿porqué lo soportan?, ¿porqué no salen corriendo y piden ayuda? No son respuestas fáciles y mucho menos si todo esto te pasa siendo muy joven. Algunas sienten que deben soportarlo a cambio de techo y comida, algunas otras creen que de alguna manera lo merecen...y lo único que pasó con ellas es que nunca les dijeron que eran maravillosas, hermosas y únicas.
Por este motivo me emocionan tanto libros como Ghost Girl, cuya frase gancho es: Era la clase de chica a la que nadie echaría de menos si un día muriese. Y entonces un día...murió.
Sé que a primera vista puede resultar muy dramático pero piénsalo de nuevo...¿recuerdas cómo te sentías en la adolescencia?
A mí en particular todo el mundo adolescente me fascina, me parece una etapa muy frágil, de mucho aprendizaje y de mucho cimiento.
Debo confesar que su autora Tonya Hurley se ha sacado un 10 a la hora de elegir el lenguaje y el diseño, si tienen alguna objeción sólo den un vistazo a esta generación que escribe con mayúsculas y minúsculas alternadas, que adoran vestirse con rayas y calaveras y que no temen vestir de morado o rosa y pantalones entubados. Para mí son un adorable misterio.
Y es que cuando crecemos, lo único que aprendemos de los mayores es a minimizar el dolor de los más jóvenes y terminamos creyendo que: "están exagerando", "tienen las hormonas revueltas", "es parte del crecimiento".Y tal vez sí, pero ellos no lo pueden ver con tanta claridad.
Sé que algunos me tacharan de idealista o ilusa, pero esto es como el traje del emperador, que lo vea quien lo pueda ver. Yo no dejo de creer en que con nuestra ayuda las generaciones siguientes pueden cambiar este desmadre y no me canso de escribir y de decir frases de optimismo a donde voy. Adoro escribir artículos sobre el cuidado de ese pequeño ser que todos llevamos dentro y que nos ruega quererlo y cuidarlo...ese es mi granito de arena.
Si quieren saber más del libro Ghost Girl o de su segunda parte Ghost Girl: el regreso, chequen la página: http://www.ghostgirl.com/ Disponible ya en México.
